lunes, 14 de abril de 2014

Aproximación a los 29

¡Que no nos jodan la marrana!, nos han llenado los sesos de mentiras para que nos confiemos y no tengamos prisa para salir de esta tortura. Al igual que el sádico que promete la salvación a su presa si esta obedece, nos han hecho creer que aún tenemos una vida por delante y que, en cualquier momento, de un modo aparentemente milagroso, todo se arreglará y gozaremos, sin saber cómo, de una vida digna o, mejor dicho, de la dignidad de vivir -que no es más que el derecho a seguir vivo.
Pero no nos dejemos engañar: Con 29 años uno ya no es joven; con 29 años uno ya no tiene la vida por delante; con 29 años uno ya no puede aprender de cero un oficio (entre otras cosas porque nadie te hará, con 29 años, un contrato de aprendizaje); con 29 años no estás a tiempo de refundar tu banda, tampoco lo estás, con 29 años, de empezar a escribir; con 29 años cobrar 600€ al mes no debería ser normal (menos aún tener que ir mendigando para conseguir, con 29 años, el dinero necesario para cerrar la compra de la semana); con 29 años deberías tener la seguridad necesaria para empezar a plantearte la posibilidad de tener algún hijo, aunque, con tus 29 años, prefirieras no tenerlo; con 29 años, deberías saber que nada vendrá milagrosamente a salvarte; con 29 años deberías empezar a plantearte si realmente tu vida vale 3 euros 70 la hora; con 29 años deberías saber que algo no encaja y, con todo el valor de tus 29 años, deberías rechazar toda esta normalidad que nos han metido en la cabeza...
Pero no, no lo haces, no lo hacemos; "aún nos sentimos jóvenes" nos decimos, " y por lo tanto aún tenemos una vida por delante"... ¡como si sentirse hoplita nos hiciera más hábiles con la lanza!
Por suerte tenemos a todos estos eruditos de pacotilla que consiguen subsistir gracias a que, con toda la miseria de nuestros 29 años, les facilitamos la temática perfecta para poder publicar los libros y artículos que los reconfortán en su ser críticos con un mundo injusto con los 29 años. Libros que generarán puestos de trabajo en las grandes librerías para que un "joven" de 29 años licenciado, con máster y, a ser posible, con doctorado, pueda cobrar los 600€ que le garantizan su derecho a seguir vivo.
¡Viva los 29 años!

¡Ala, rabia moderada!